Cómo Harry Potter puede ser usado para enseñar Ciencia Política
¿Qué pueden tener las narrativas de ficción de masas para aportar a la disciplina de Ciencia Política, y la enseñanza general del ejercicio político?
Este artículo fue publicado originalmente en el medio digital brasilero Nexo.
Por: Ana Freitas
Conflictos étnicos, burocracia, autoritarismo, luchas por poderes y hasta tortura: elementos centrales en el desarrollo de esta multipremiada saga literaria llevada exitosamente al cine.
A primera vista, la saga Harry Potter puede parecer un cuento de hadas raso, ficción infantil de las más fantasiosas. Acompañar la serie por las películas, narrativas que naturalmente dispensan aspectos más complejos presentes en los libros, puede reforzar esa impresión.
Pero las principales tramas de la obra de la escritora J.K. Rowling están bastante conectadas con elementos políticos análogos a los del mundo contemporáneo.
Estos componentes pueden haber influenciado las perspectivas y valores de parte de la generación que creció leyendo los libros y viendo las películas de la serie. Y también están siendo usados para enseñar ciencia política.
¿Por qué enseñar política con Harry Potter?
Las clases optativas de ciencia política de la Escuela de Babson en Massachussets huyeron de la tradición cuando el profesor Stephen Deets decidió a principios de 2009 que enseñaría ciencia política usando los libros de Harry Potter.
Él describió la experiencia en un libro publicado en septiembre de ese año, después de un semestre de enseñanza en el curso que él bautizó como «Harry Potter y Política».
Para aquellos que han leído la serie de libros, no debe ser sorprendente que el material pueda ser usado para enseñar ciencia política. La trama central de la serie gira en torno a disputas de poder y jerarquía social, racismo, igualdad y tolerancia.
El ejemplo más claro, que impregna toda la trama, tiene que ver con la lucha social por la aceptación de brujos de sangre «no puro», que son los hijos de brujos con «muggles» (no mágicos) y los brujos nacidos (en el universo de Harry Potter, las personas con padres no mágicos pueden encontrarse capaces de hacer magia).
La gran meta de Voldemort, el villano de la serie, es tener un mundo brujo «limpio» de aquellos que no tienen pura sangre. En los años en que toma el poder y está al frente del Ministerio de Magia, el villano persigue, interroga, tortura y mata a todos los que no son pura sangre.
ARGUMENTO DEL ARTÍCULO:
Popularidad
Harry Potter es una de las sagas más leídas de la historia de la literatura. Por eso, es un material que ya fue absorbido por alumnos de diferentes orígenes sociales y demográficos.
Distanciamiento
Los alumnos tienen familiaridad con las cuestiones y el universo del brujo. Pero la fantástica ficción permite que ellos sean capaces de analizar el material sin pasiones o el sesgo político que podrían tener al analizar cuestiones históricas y políticas reales.
Tema
«La saga es conducida por conflictos étnicos, disputas por poder político y burocracias disfuncionales», explica el profesor. Son temas perfectos para fomentar el debate sobre política social e institucional.
La conducción del curso
El artículo describe la experiencia del profesor y analiza los resultados prácticos de la clase para los debates y el aprendizaje en ciencia política.
A lo largo del curso, Deets seleccionaba fragmentos de los libros de Harry Potter, indicaba lecturas clásicas sobre teoría política, filosofía y sociología y mencionaba eventos históricos reales.
La idea era hacer que los alumnos conectar estos tres puntos en el debate semanal en el aula.
Otra exigencia fue la lectura del libro «Harry Potter and International Relations», de 2006, en que los autores, investigadores del área de política y relaciones internacionales, usan los aspectos políticos, económicos y sociales del universo del mago para hacer un paralelo con el » mundo real contemporáneo.
En las clases, Deets debatió identidades comunitarias y conflictos sociales usando los conceptos de sangre pura, identidad de las casas de Hogwarts y la jerarquía entre criaturas mágicas.
También discutió terrorismo y contraterrorismo, tortura institucional y Guantánamo, usando elementos de la saga como la prisión de Azkaban, el ejército de los Mortífagos y los grupos de resistencia a Voldemort.
Además, las clases también condujeron reflexiones sobre medios, manipulación social y política, con los fragmentos del libro que hablan de la reportera Rita Skeeter, del diario «Profeta Diario» y el fanzine «O Pasquim».
La política internacional también se volvió tema cuando el profesor cuestionó la falta de solidaridad de la comunidad bruja internacional en la lucha contra Voldemort.
La conclusión de Deets fue que, aunque enseñó menos temas de lo que normalmente haría en una clase clásica de ciencia política, en la clase «Harry Potter y Política» los alumnos alcanzaron una comprensión «más profunda, más compleja y llena de matices» de lo debatido.
«La cultura pop puede ser usada como dado y como punto de partida para enseñar aspectos de la cultura política. Y con la línea entre entretenimiento, política y medios sociales cada vez más desapareciendo, eso inevitablemente se convertirá en un campo importante de investigación y una plataforma educativa «, concluyó el profesor.
Cultura pop x Política
En Harry Potter, hay el mundo como lo conocemos. Detrás de él, hay una sociedad bruja, que tiene movimientos y disputas por poder político, burocracia y cuestiones sociales muy específicas.
Sin embargo, los brujos son humanos, y sus problemas sociales, dilemas morales y éticos y prejuicios son análogos a aquellos que vivimos en el cotidiano. La autora J.K. Rowling deja estos paralelos bastante evidentes.
Además de las alegorías narrativas que hacen referencia a acontecimientos históricos, económicos y sociales reales, Harry Potter también habla sobre burocracia gubernamental y política institucional cuando se trata del Ministerio de Magia. Habla de movimientos sociales cuando cita la liberación de los elfos domésticos. Y también provoca reflexión sobre los dilemas éticos y morales de la tortura cuando presenta las maldiciones imperdonables (hechizos usados para torturar y matar).
Un estudio publicado en 2014 por el profesor de ciencia política Anthony Gierzynski, de la Universidad de Vermont, en Estados Unidos, sugiere que los elementos políticos expuestos en las páginas de los libros de Harry Potter pueden haber influido en el desarrollo político de la generación que creció consumiendo la saga.
«He encontrado apoyo empírico para la idea de que Harry Potter influenció los valores políticos y perspectivas de la generación que creció con esos libros», dijo en un artículo para el sitio The Conversation.
Gierzynski identificó en la investigación que la lectura de los libros está ligada a un mayor nivel de tolerancia de grupos sociales diferentes, además de tolerancia política, menos predisposición para autoritarismo, mayor apoyo para igualdad y mayor oposición al uso de violencia y tortura.
«Como los fans van a percibir, esos son temas más grandes que aparecen repetidamente durante la saga. Y la influencia aparece incluso cuando aplicamos análisis estadísticos más sofisticados, como por ejemplo el control [estadístico] de la influencia de los padres «, dijo.
Además, otro estudio, de la Universidad de Ohio, apunta que la forma en que reaccionamos a hechos en obras de ficción es más emocional que como tratamos con hechos de la vida real.
Gierzynski condujo otro estudio sobre otras obras famosas de la cultura pop – «Game of Thrones» y «House of Cards». Él mostró que la exposición a esas obras disminuye las posibilidades de que el individuo crea en Justicia, por ejemplo.
Para él, es posible que seamos más susceptibles a mensajes políticos cuando estamos consumiendo entretenimiento – justamente porque estamos con la «guarda baja» para política.
Evidencias científicas demuestran que, en los Estados Unidos, la mayoría de las personas no son conscientes del contenido político de las obras de ficción que leen o asisten.