Somalilandia: ¿qué es y qué está pasando allí?
¿Qué es Somalilandia y qué relación tiene esta región en el cuerno africano con China, Taiwan y el cambio climático? | Ilustración: EDP.
Por: Carmen Alija Cabero, Universidad de Copenhague (Dinamarca)
Somalilandia, puede parecer el nombre de un país ficticio de una peli de risa americana, en cambio es el nombre real, de un país real en el Cuerno de África.
El análisis de la situación de Somalilandia en la actualidad es realmente interesante por dos motivos. Por un lado Somalilandia, con 4 millones de habitantes, podría ser considerado el país del mundo que más afectado se ve por el cambio climático ya que cuenta con 600.000 desplazados climáticos debido a las sequías. Por otro lado, el país está envuelto en una maraña diplomática como consecuencia de su situación de estado no reconocido. Cuestiones tan globales como el cambio climático y las relaciones internacionales de terceros países están implicando catastróficas consecuencias para la población de un territorio como Somalilandia. Es interesante preguntarnos qué escenarios derivados de la combinación del cambio climático y la actividad de la comunidad internacional son posibles en el futuro de Somalilandia.
30 años de casi perfecta autonomía
Las fronteras de Somalilandia limitan por el norte con el golfo de Adén, por el sur con Etiopía, por el este con Puntlandia y por el oeste con Yibuti. Somalilandia fue un protectorado británico hasta 1960, y tan solo un año después de conseguir la independencia se unió a la colonia italiana de Somalia. En cambio, en 1991 después de una sangrienta guerra civil, Somalilandia se declaró independiente. Hoy en día Somalilandia tiene su propia capital, Hargeisa, su propia moneda, su propia bandera, su propio ejército, su propia constitución e incluso su propio gobierno.
Tras la independencia de Somalilandia, Somalia caía en el caos. Mientras tanto los clanes y subclanes somalilandeses, sin necesidad de ayuda externa, restauraron la paz en el territorio. Además acabaron con la piratería y evitaron el establecimiento del grupo yihadista Al-Shabab dentro de sus fronteras.
Somalilandia se ha convertido en uno de los territorios más pacíficos y seguros de África y desde luego el más estable de la región en comparación con todos los países vecinos.
Autores como Cecilia Milesi o Steve Kibble afirman que el motivo por el que Somalilandia ha conseguido una estabilidad política y de seguridad tal, ha sido por su forma de organización basada en los clanes locales sin intervención internacional. Somalilandia ha construido un estado sin misiones de paz ni otro tipo de intervención exterior. Como sostiene Milesi en openDemocracy, “los clanes locales organizaron y autofinanciaron varias conferencias de paz entre clanes, llevaron adelante asambleas de base que se ocuparon de temas diversos -desde reconciliación a cuestiones constitucionales y de formación institucional”. A día de hoy Somalilandia tiene un sistema de gobierno híbrido con instituciones modernas, como el parlamento con diversos partidos representados, e instituciones tradicionales, como el consejo de ancianos “Guurti”.
De esta forma, como indica Kibble en su artículo “Somaliland: surving without recognision; Somalia: Recogised but failing?” , Somalilandia podría considerarse “como la primera forma de gobierno africana moderna e indígena”. Y ello implicó formas tradicionales de organización basadas en la cultura pero “dentro de un marco democratizador”. Entre los somalilandeses, este sistema, tuvo más éxito que el colonialismo o el socialismo importado como sostiene Kibble. Ese “contrato social” tan fuerte entre las instituciones y los ciudadanos ha hecho que Somalilandia sea considerada la democracia más fuerte de África del este.
Esta forma de organización política y social, ha sido clave para evitar la entrada de Al- Shabab en Somalilandia. Michael Horton, en “No Foothold for al-Shabaab in Somaliland” sostiene que Somalilandia ha conseguido lo que las fuerzas militares de Etiopía, Turquía, Kenia y Estados Unidos no han sido capaces de conseguir en Somalia, que es evitar totalmente el establecimiento de Al-Shabab. Somalilandia lo ha conseguido con muchos menos medios y sin ayuda internacional. Como Horton afirma, Somalilandia tiene un gobierno bastante atento a las necesidades y demandas de los ciudadanos y la mayoría de los somalilandeses apoyan a sus representantes políticos y a la presidencia. En cambio en diversas áreas de Somalia Al-Shabab es capaz de entrar e instalarse porque puede proporcionar más seguridad y estabilidad que el propio gobierno somalí.
No obstante, a parte del propio contexto político-social de Somalilandia, la piedra angular de la lucha contra Al-Shabab se ha basado en la inteligencia humana (HUMINT) como estrategia antiterrorista. Eso se ha debido precisamente a esas redes tejidas entre fuentes formales e informales de información. Esas redes están formadas por policías locales, mercaderes, ancianos de clanes regionales, etc. cuyas relaciones con los líderes de las comunidades, cuerpos de seguridad y el gobierno son muy estrechas.
Taiwán en Somalilandia
Este verano Somalilandia ha vuelto a aparecer en las noticias. En junio se conocía la noticia de que el presidente de Somalia, Abdullahi Mohamed, y el presidente de Somalilandia, Muse Bihi Abdi, se habían reunido en Yibuti por primera vez desde 1991. Se podría decir que llegaron a un acuerdo de no politizar las ayudas humanitarias y la inversión y ambas partes concluyeron que las conversaciones debían continuar. Sin embargo en julio, esas buenas relaciones se vieron truncadas cuando se anunció que Taiwán iba a instalar una oficina diplomática en la capital de Somalilandia, en Hargeisa. Somalia ha condenado totalmente la intención de Taiwán de abrir la oficina diciendo que ese movimiento estratégico viola la “soberanía” y la “integridad territorial de Somalia”. China también se pronunció e insistió en que Taiwán forma parte de China y no puede establecer relaciones diplomáticas con otros países porque eso supone “escenificar actividades separatistas en el ámbito internacional”.
China trata de aislar internacionalmente a Taiwán y trata de ayudar a Somalia para hacer lo mismo con Somalilandia. China y Somalia, este mismo año, llegaron al acuerdo de llevar a cabo patrullas navales conjuntas en el Mar Rojo tratando de frenar el crecimiento del peso geopolítico de Somalilandia.
Del mismo modo, China sigue pretendiendo aislar a Taiwán de la comunidad internacional y pretende apartar a todos sus aliados diplomáticos disminuyendo sus estatus de estado soberano. Lo cierto es que esta unión diplomática entre Somalilandia y Taiwán es muy importante no solo para Somalilandia sino también para Taiwán. China ha “robado” a Taiwán siete socios diplomáticos desde 2016 y también lo ha intentado con Somalilandia. Sin embargo, este agosto cuando China ofreció un paquete de desarrollo a Somalilandia a cambio de romper lazos con Taiwán, el presidente de Somalilandia lo rechazó frontalmente. Somalilandia rechazó ese paquete de ayudas a pesar de que la cuestión de su soberanía no es el único tema sobre la mesa. Como han recalcado analistas del International Crisis Group la gestión del espacio aéreo y la ayuda internacional son temas claves a recuperar por Somalilandia. Esto es así, porque desde 2018, el gobierno de Abdullahi Mohamed en Mogadiscio ha prohibido que la ayuda humanitaria fluya directamente a Somalilandia al igual que ha prohibido a Somalilandia beneficiarse de los ingresos por los sobrevuelos.
¿Qué opina la comunidad internacional?
En junio, cuando los representantes de Somalia y Somalilandia conversaban, organizaciones internacionales como la Unión Europea (UE) celebraban el acercamiento. Y es que, la tónica general de la comunidad internacional es el rechazo al reconocimiento de Somalilandia como estado y animan a la reconciliación. Los países occidentales sostienen que debe ser Somalia y la Unión Africana las que se pronuncien sobre el reconocimiento pero realmente esa posibilidad es prácticamente nula. Si bien es cierto que Somalilandia se encuentra en un estadio muy avanzado de su independencia, en África hay 15 países con conflictos civiles y si la Unión Africana (UA) se posicionase a favor de Somalilandia podría sentar precedente y generar aún más tensiones en determinados lugares en conflicto. Y en cuanto a la ONU, como dice Joshua Keating en The Guardian “ha invertido enormes recursos en promover la estabilidad y la unidad en Somalia en su conjunto, ve a Somalilandia como un obstáculo para esos objetivos más que como un faro de estabilidad”.
A pesar de no reconocer a Somalilandia como país soberano, gran parte de la comunidad internacional apoya el sistema democrático del país. De esta forma, las últimas elecciones celebradas en Somalilandia en el 2017 fueron financiadas por la UE y Reino Unido, al igual que supervisada por observadores internacionales. Además fueron unas votaciones punteras en tecnología ya que se llevaron a cabo con tecnología biométrica empleando reconocimiento del iris. Asimismo, las elecciones fueron ejemplares si se tiene en cuenta el contexto de la región donde países como Eritrea, Sudán, Yibuti o Somalia no gozan con esos niveles de democracia. Lo cierto es que, Somalilandia se encuentra aislado a pesar de sus esfuerzos en asentarse como país democrático y estable. Ese aislamiento diplomático repercute en el hecho de no poder establecer relaciones comerciales con otros países libremente. No puede recibir inversiones o asistencia externa ya que estas llegan vía Mogadiscio (capital de Somalia) y no salen de allí. Y en esta misma línea, como ha señalado en varias ocasiones Saad Ali Shire, el ministro de asuntos exteriores de Somalilandia, tampoco puede recurrir a préstamos otorgados por el Banco Mundial.
La mayor sequía de la historia
Ya en 2008 la Organización Internacional de las Migraciones afirmaba que se producirían 200 millones de desplazamientos climáticos en el mundo. En la actualidad, el cambio climático está siendo totalmente tangible en Somalilandia. El país cuenta con cientos de miles de desplazados climáticos internos. Se está produciendo una auténtica crisis humanitaria y la ayuda apenas llega a los desplazados.
La propia ministra de Medio Ambiente y Desarrollo de Somalilandia, Shukri Ismail, ha afirmado que “el cambio climático es real en Somalilandia” y “el país entero se está desplazando” en una entrevista al periódico ElPaís.
Desde el 1997 Somalilandia se ha visto inmersa en una sequía constante ya que las lluvias que eran estacionales prácticamente dejaron de serlo. El Cuerno de África ha sufrido sequías durante la oscilación del fenómeno de El Niño y La Niña y la estación de lluvias llamada el “Gu”, que va de marzo a mayo, no se ha producido en años. El calentamiento de los océanos Índico y Pacífico ha hecho que aumenten las lluvias en los océanos en vez de en el continente que cada vez está más seco. Las consecuencias de las sequías están siendo devastadoras para la población somalilandesa y su economía.
Dos meses de lluvias incesantes en 2019 sumergieron aldeas y granjas y han hecho que ríos de lodo se estrellen contra las casas en toda África Oriental; se registraron al menos 265 muertos. Los habitantes del noreste de Somalia se ven obligados a huir de sus casas y dejar sus posesiones, | YouTube: VOA News.
En Somalilandia no hay ríos ni depósitos de agua y su vida depende del agua de lluvia. Las cabras, vacas y camellos, no pueden seguir viviendo. Y ya han perdido entre el 70% y el 80% de su ganado, que era una fuente de ingresos básica en el país. Tratan de diversificar la economía pero siempre ha sido un país dependiente de la ganadería por lo que la gran parte de su población y sus clanes que trabajaban como ganaderos se ha visto obligados a desplazarse hacia las zonas urbanas. La mayoría de los desplazados se están instalado en campamentos dentro y alrededor de Hargeisa.
La crisis ambiental, no solamente ha producido cientos de miles de desplazamientos sino que ha generado otros problemas derivados. Hay escasez de alimentos, malnutrición, un radical aumento del desempleo, mayor número de personas sin acceso a agua corriente o electricidad, etc. La ONU ha calificado la situación en Somalilandia como una de las mayores emergencias humanitarias de la historia desde 1945. Además, una de las peores consecuencias de la sequía está siendo el aumento del matrimonio forzoso infantil tratando de paliar las crisis económicas de las familias. Comunidades enteras se trasladan, sus formas de vida y de organización también cambian y eso podría ocasionar conflictos sociales y políticos. La crisis climática genera directamente una crisis en el seno de la sociedad y la cultura. La estructura social de Somalilandia basada en sociedades de clanes y su modo nómada tradicional de ganadería está quedando destruida.
Consecuencias para los somalilandeses
En cuanto a la cuestión del cambio climático es necesario establecer un estatus legal para los desplazados climáticos para garantizar su protección. La situación en Somalilandia es crítica y la crisis climática se ve agravada por su situación de país no reconocido. En la actualidad la ayuda internacional se vuelve esencial, y no es suficiente, no llega. Los problemas derivados de la crisis comienzan a escalar y pueden derivar en procesos de inestabilidad social y política. Esa misma inestabilidad que se ha tratado de evitar durante décadas puede que llegue ahora por la combinación de dos causas muy ajenas a la población somalilandesa.
Somalilandia está trabajando por desarrollar las técnicas de alerta temprana y sistemas locales de apoyo. Al mismo tiempo está apostando por diversificar su economía lentamente tratando de explotar su posición geográfica ya que cuenta con casi 800 kilómetros de costa en el golfo de Adén. Sin embargo, seguirá siendo bastante difícil atajar la crisis climática si el país sigue estando internacionalmente aislado.
La categoría de estado es una cuestión legal, no obstante el proceso para lograr esa categoría es puramente político. Senegal y Gambia o Egipto y Siria también protagonizaron fusiones poscoloniales que luego fueron disueltas y a posteriori ambas partes fueron reconocidas a nivel internacional. El reconocimiento de Somalilandia como estado no sería tan descabellado.