Sobre la dolarización como solución para la economía argentina
La dolarización puede parecer una solución atractiva para algunos en Argentina, especialmente en un contexto de inestabilidad económica, pero es importante considerar las ventajas y desventajas de esta opción. | Imagen: Diario RioNegro.
Por Fernando Ortiz Sosa
La dolarización significaría que el país renunciaría al control de su política monetaria y la fijación de tasas de interés.
¿Es la dolarización la solución para la economía argentina?
Esta es una pregunta que ha estado en el aire en los últimos años, especialmente con la propuesta de Javier Milei, un economista argentino que ha ganado gran popularidad en los últimos tiempos y en la actualidad tiene intenciones de ser candidato a Presidente.
Sin embargo, antes de analizar los peligros de la dolarización, es importante entender cómo la experiencia de la convertibilidad en la Argentina, una situación similar a la dolarización pero con moneda propia, se convirtió en una bomba de tiempo y su fracaso llevó a la peor crisis económica y de representación de las últimas décadas.
La Convertibilidad como bomba de tiempo
En la década de los noventa, Argentina implementó la convertibilidad, un sistema en el que el peso estaba atado al dólar estadounidense en una relación de 1 a 1. La idea detrás de este sistema era controlar la inflación, que había sido una preocupación constante para la economía argentina. La convertibilidad parecía una solución prometedora, pero no fue el caso.
A pesar de que la inflación se mantuvo bajo control durante un tiempo, el sistema fue insostenible a largo plazo y finalmente colapsó en el año 2001, llevando a una de las peores crisis económicas de la historia del país.
La convertibilidad generó una serie de problemas a largo plazo, incluyendo una disminución en la competitividad de la industria argentina debido a la sobrevaloración del peso, lo que hizo que los productos argentinos fueran más caros en comparación con los productos de otros países.
Además, la convertibilidad limitó la capacidad del gobierno argentino para controlar su política monetaria y fiscal, lo que generó un aumento en el endeudamiento y una disminución en la inversión en infraestructura y educación.
La crisis económica del 2001 tuvo un impacto devastador en la economía argentina, incluyendo un aumento de la pobreza, el desempleo y la inseguridad. La gente perdió sus ahorros, los bancos cerraron y hubo una fuerte devaluación del peso. La confianza en la economía argentina se desplomó y la imagen del país a nivel internacional se vio seriamente afectada.
Teniendo en cuenta este contexto, es importante analizar si la dolarización es la solución para la economía argentina. La dolarización implicaría la adopción del dólar estadounidense como moneda de curso legal en Argentina, lo que significaría que el país renunciaría al control de su política monetaria y la fijación de tasas de interés.
Ventajas y desventajas de la dolarización
La dolarización puede parecer atractiva para algunos economistas y ciudadanos argentinos, especialmente en un contexto de inestabilidad económica como el actual. Algunas de las ventajas que se han mencionado incluyen:
- Estabilidad monetaria: al adoptar el dólar estadounidense, se eliminaría la volatilidad del peso argentino y se garantizaría la estabilidad de los precios.
- Aumento de la confianza: la dolarización podría aumentar la confianza de los inversores extranjeros en la economía argentina, lo que generaría un aumento de la inversión y el empleo.
- Mayor integración con la economía mundial: al adoptar una moneda internacional, se reduciría la dependencia del mercado local y se fomentaría una mayor integración con el mercado mundial.
Sin embargo, la dolarización también presenta una serie de desventajas, incluyendo:
- Pérdida de soberanía monetaria: al adoptar el dólar estadounidense, Argentina renunciaría al control de su política monetaria y la fijación de tasas de interés, lo que limitaría la capacidad del país para responder a las necesidades de su economía.
- Vulnerabilidad a la economía estadounidense: al estar atados al dólar estadounidense, Argentina estaría expuesta a los cambios en la economía estadounidense, lo que podría generar inestabilidad económica en el país.
- Mayor dependencia del dólar: la dolarización podría generar una mayor dependencia del dólar en la economía argentina, lo que podría aumentar la vulnerabilidad del país ante las fluctuaciones en el mercado internacional.
Para entender mejor la viabilidad de la dolarización en Argentina, es importante analizar la situación actual de la economía del país. En la actualidad, la economía argentina enfrenta una serie de desafíos, incluyendo:
- Altos niveles de inflación: la inflación en Argentina es una de las más altas de la región y ha sido un problema constante para la economía argentina.
- Escasez de dólares: Argentina enfrenta una escasez de dólares debido a la disminución de las exportaciones y la caída en la inversión extranjera.
- Elevado endeudamiento: Argentina enfrenta un elevado endeudamiento que limita su capacidad para invertir en infraestructura y otros proyectos clave para el desarrollo económico del país.
- Inestabilidad política: la inestabilidad política y la incertidumbre electoral han generado un clima de inestabilidad económica en el país.
¿Es la dolarización la solución para la economía argentina?
Teniendo en cuenta los desafíos que enfrenta la economía argentina y las ventajas y desventajas de la dolarización, surge la pregunta de si esta es realmente la solución para la economía argentina.
En primer lugar, es importante destacar que la dolarización no es una solución mágica que resolverá todos los problemas económicos de Argentina. Si bien la dolarización podría brindar cierta estabilidad monetaria, también generaría una serie de desafíos y limitaciones para la economía argentina, como se mencionó anteriormente.
Además, la dolarización no aborda los problemas estructurales que enfrenta la economía argentina, como la falta de inversión en infraestructura, la corrupción, la burocracia y la falta de políticas fiscales responsables. Estos problemas estructurales deben ser abordados para lograr un crecimiento económico sostenible en el largo plazo.
Otro aspecto a considerar es que la dolarización podría no ser una opción viable para Argentina en este momento. La adopción del dólar estadounidense implicaría un alto costo inicial y requeriría una reestructuración importante de la economía argentina.
Además, la dolarización podría generar resistencia entre los ciudadanos argentinos, especialmente aquellos que han experimentado la pérdida de su poder adquisitivo debido a la inflación y la devaluación del peso.
¿Cómo se haría la dolarización si la propuesta prospera?
Para responder a esta pregunta, es necesario hacer algunas suposiciones y simplificaciones, ya que la situación económica es muy compleja y está sujeta a muchos factores. Sin embargo, intentaremos hacer una estimación aproximada.
En primer lugar, según los datos del INDEC, en el cuarto trimestre de 2022 el salario mínimo vital y móvil (SMVM) en Argentina fue de $69.500 pesos mensuales. Según la tasa de cambio oficial del Banco Central de la República Argentina (BCRA) a fecha de marzo de 2023, equivale a aproximadamente 330 dólares estadounidenses.
Es importante tener en cuenta que el tipo de cambio oficial siempre está por debajo del tipo de cambio en el mercado paralelo o «blue» o bien el MEP (Mercado Electrónico de Pagos) que son los que se usan en muchas transacciones de la economía real.
Si bien en el mercado interno se pretende utilizar la tasa de cambio oficial, los grandes productores aumentan los precios de alimentos, bienes y servicios, basándose en el valor del dólar “blue”, creando una escalada inflacionaria.
En segundo lugar, la relación entre pesos circulantes y dólares en reserva es un factor clave para determinar el valor del peso y, por ende, el poder adquisitivo del salario. Actualmente, la situación de las reservas del BCRA es preocupante, ya que se encuentran en niveles muy bajos.
Según los datos del BCRA al 22 de abril de 2023, las reservas netas del Banco Central ascendían a unos 7.300 millones de dólares, lo que equivale a aproximadamente 133 dólares por habitante. Esto es preocupante porque el BCRA necesita contar con suficientes reservas para poder intervenir en el mercado cambiario y mantener la estabilidad del tipo de cambio.
En tercer lugar, la relación entre los encajes bancarios y los bonos de deudas con los dólares actuales en Argentina es un tema complejo que requiere un análisis detallado. En general, se puede decir que una reducción de los encajes bancarios y/o una reestructuración de la deuda externa podrían tener un impacto positivo en la economía, pero esto no es algo que se pueda hacer de manera abrupta sin generar consecuencias no deseadas.
En cuarto lugar, si se llevara a cabo una dolarización en Argentina, el salario promedio en dólares dependería del tipo de cambio al momento de la transición. Si tomamos como referencia el tipo de cambio actual, el salario promedio en dólares sería de unos 473 dólares mensuales, sin embargo, con un dólar paralelo a casi 500 pesos, el actual salario en dólares promedio de un trabajador argentino sería uno de los peores de Latinoamérica, sólo por encima del venezolano.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que una dolarización no resolvería todos los problemas económicos de Argentina y que habría que implementar una serie de medidas para garantizar su éxito a largo plazo.
¿La dolarización de la economía, resolvería el problema de inflación? El caso ecuatoriano y argentino en los últimos 20 años
Durante los últimos veinte años, tanto Ecuador como Estados Unidos han experimentado variaciones en la tasa de inflación. En general, Estados Unidos ha tenido una tasa de inflación más baja que Ecuador en este periodo de tiempo.
Entre 2001 y 2020, la inflación acumulada en Ecuador fue de aproximadamente 196,4%, según datos del Banco Central del Ecuador. En contraste, la inflación acumulada en Estados Unidos durante el mismo periodo fue de aproximadamente 47,1%, según el Buró de Estadísticas Laborales de EE. UU. Estos datos indican que la inflación ha sido significativamente más alta en Ecuador que en Estados Unidos durante los últimos veinte años.
Es importante tener en cuenta que la inflación es un fenómeno complejo que puede verse afectado por una variedad de factores económicos, políticos y sociales. La inflación puede ser influenciada por factores como la política monetaria del gobierno, la estabilidad política, la disponibilidad de recursos, la demanda del mercado, entre otros.
En el caso de Ecuador, la tasa de inflación ha sido históricamente más alta que la de Estados Unidos debido a una serie de factores, incluyendo la inestabilidad política, la falta de inversión en infraestructura y la dependencia del petróleo como principal fuente de ingresos.
Si bien a simple vista, para un argentino tener una inflación del 196% en 20 años, parecería el paraíso, tenemos que tener en cuenta que la dolarización ata de pies y manos a los Estados al momento de la redistribución de la riqueza.
Como ejemplo, tenemos que según el INEC ecuatoriano, la variación del salario promedio en dicho país desde el 2001 al 2021, fue del 92,34%; por lo que, los trabajadores ecuatorianos perdieron el 52.81% de su poder adquisitivo atado a una moneda que no es propia y que depende exclusivamente las variaciones económicas mundiales, crisis, valor de comodities las tasas de interés que pone la FED estadounidense según los avatares económicos en el país del norte.
En Argentina, haciendo los mismos cálculos entre variación de salario promedio vs inflación acumulada, nos encontramos con que durante el período 2003-2015, el valor adquisitivo en Argentina mostró una tendencia generalmente creciente, con una variación positiva del 29% en promedio. En contraste, durante el período 2015-2021, el valor adquisitivo mostró una tendencia generalmente decreciente, con una variación negativa del 37% en promedio.
En definitiva, la variación del valor adquisitivo vs inflación en Argentina ha sido muy diferente en el período 2003-2015 y en el período 2015-2021, con una tendencia generalmente creciente en el primero y una tendencia generalmente decreciente en el segundo.
Durante el primer período, se implementaron políticas económicas orientadas al consumo interno, mientras que en el segundo período se implementaron políticas económicas más restrictivas que afectaron negativamente al poder adquisitivo de la población. Es decir, no es cuestión de dolarización o no, sino de medidas macroeconómicas que impulsen la redistribución del ingreso de manera progresiva.
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Conclusiones
En lugar de buscar soluciones mágicas, Argentina necesita abordar los problemas estructurales de su economía y trabajar para fortalecer sus instituciones y políticas fiscales. Esto incluye fomentar la inversión en infraestructura, mejorar la educación y la capacitación laboral, combatir la corrupción y la burocracia, y fomentar un clima de negocios favorable para atraer inversión extranjera.
En conclusión, la dolarización puede parecer una solución atractiva para algunos en Argentina, especialmente en un contexto de inestabilidad económica, pero es importante considerar las ventajas y desventajas de esta opción.
Además, la dolarización no es una solución mágica que resolverá todos los problemas económicos de Argentina. En lugar de buscar soluciones rápidas, Argentina necesita abordar los problemas estructurales de su economía y trabajar para fortalecer sus instituciones y políticas fiscales para lograr un crecimiento económico sostenible en el largo plazo.