Este libro publicado en 1966, es una obra clave que cuestiona la naturaleza del conocimiento y cómo las categorías de pensamiento han cambiado a lo largo de la historia. Foucault examina tres épocas distintas: la Renacimiento, la época clásica (siglo XVII y XVIII) y la modernidad, mostrando cómo las formas de clasificación del saber han experimentado transformaciones radicales. Argumenta que cada época tiene su propia episteme, un conjunto de reglas y categorías que determinan lo que es posible pensar y conocer en ese momento.
En la obra, Foucault destaca la importancia del lenguaje y la relación entre palabras y cosas, mostrando cómo las estructuras lingüísticas influyen en la formación del pensamiento y en la creación de las ciencias. El autor introduce el concepto de «empirismo trascendental» para describir la relación entre las palabras y las cosas, revelando cómo el conocimiento es inherentemente ligado a las estructuras lingüísticas y culturales de una sociedad.