La Teoría de Elección Racional envejeció muy mal
En este artículo exploramos críticas de Kahneman, Sen, Thaler, Axelrod y Bourdieu, desentrañando las limitaciones que han llevado a la Teoría de Elección Racional a perder relevancia.
Por redacción EDP.
Si bien ha sido crucial en la evolución de la economía, la falta de realismo, la ignorancia de aspectos emocionales y sociales o el reduccionismo económico han vuelto obsoleta la Teoría de Elección Racional.
Las 5 principales críticas a la Teoría de Elección Racional (TER)
La Teoría de Elección Racional ha sido un pilar en la economía, pero su obsolescencia se hace evidente en la actualidad. Explica el comportamiento humano como la elección de la alternativa que maximiza la utilidad individual, sujeta a restricciones de información y recursos.
Este artículo profundiza en cinco críticas fundamentales que explican por qué esta teoría ha perdido relevancia, proporcionando una visión crítica respaldada por destacados académicos y sus obras.
Falta de realismo en las decisiones racionales
La crítica a la falta de realismo en la Teoría de Elección Racional es ampliamente abordada por Daniel Kahneman en su obra «Pensar, rápido y lento». Kahneman argumenta que las decisiones humanas no siempre siguen un modelo lógico y racional, ya que están influenciadas por procesos mentales automáticos y emocionales.
La teoría asume que los individuos son totalmente racionales, con información completa y preferencias estables. No toma en cuenta la influencia de emociones, valores, normas sociales y contexto cultural en las decisiones. El enfoque estrecho de la teoría no captura la complejidad de la mente humana en la toma de decisiones económicas.
Ignorancia de aspectos emocionales y sociales
Amartya Sen, en «Desarrollo y libertad», destaca la importancia de incorporar aspectos emocionales y sociales en la teoría económica. La Teoría de Elección Racional, al centrarse exclusivamente en la maximización de la utilidad individual, omite factores cruciales que influyen en las decisiones, como las relaciones sociales y las motivaciones emocionales.
Las emociones influyen en las decisiones, incluso en contra de la lógica o el interés propio. Las decisiones son influenciadas por las normas sociales, expectativas y comportamiento de los demás. Esta limitación impide una comprensión completa de las acciones económicas.
Supuestos poco realistas y sesgo cognitivo
La obra seminal «Nudge» de Cass Sunstein y Richard Thaler revela supuestos poco realistas en la Teoría de Elección Racional. Estos autores argumentan que las decisiones racionales son propensas a sesgos cognitivos y que la teoría no tiene en cuenta estos desvíos de la racionalidad. Los supuestos de información perfecta y preferencias estables se desafían, sugiriendo la necesidad de un enfoque más realista.
En la vida real, la información suele ser incompleta o asimétrica y las preferencias pueden cambiar con el tiempo y en diferentes contextos. Además, no se considera la racionalidad limitada y el uso de heurísticas en la toma de decisiones.
Falta de explicación para la cooperación
Robert Axelrod, en «La evolución de la cooperación«, cuestiona la capacidad de la Teoría de Elección Racional para explicar la cooperación entre individuos. La teoría se enfoca en la maximización del interés propio, pero la realidad muestra que los humanos cooperan incluso cuando aparentemente no es la elección más racional.
Axelrod propone modelos alternativos que incorporan la cooperación como un fenómeno central en la toma de decisiones; ya que esta teoría no explica por qué los individuos cooperan o actúan en beneficio de otros. Tampoco toma en cuenta las preferencias por la equidad o la justicia social.
El reduccionismo económico y la crítica de Bourdieu
Pierre Bourdieu, en «Las estructuras sociales de la economía«, critica el reduccionismo económico inherente a la Teoría de Elección Racional. Bourdieu sostiene que esta teoría simplifica en exceso la realidad social, pasando por alto las estructuras y prácticas que influyen en las decisiones económicas.
La perspectiva estrecha de la teoría no logra captar la complejidad de las interacciones económicas en contextos más amplios. Esto debido a que reduce la toma de decisiones a un cálculo de costos y beneficios, ignorando otras motivaciones humanas. Además, no considera las relaciones sociales, la identidad y el poder como factores relevantes en la toma de decisiones.
En conclusión, la Teoría de Elección Racional, si bien ha sido crucial en la evolución de la economía, enfrenta críticas sustanciales que han llevado a su obsolescencia en la actualidad.
La falta de realismo, la ignorancia de aspectos emocionales y sociales, los supuestos poco realistas, la falta de explicación para la cooperación y el reduccionismo económico son factores que han impulsado la búsqueda de enfoques más integrales y realistas en la teoría económica contemporánea.