Algunos hombres sólo quieren ver el mundo arder
Los partidos populistas, como el partido libertario, a menudo carecen de responsabilidad horizontal y de un debate político significativo. | Imagen: Diario Rio Negro.
Por Tobías Belgrano
La ausencia de habilidades de negociación política, así como una evidente falta de paciencia y dedicación, puede impulsar a los liberales a perseguir sus objetivos ignorando el marco democrático establecido.
La economía argentina ha llegado a un impasse definitivo debido a la incapacidad constante de la clase política para fomentar la estabilidad económica. Las abrumadoras tasas de inflación, junto con la constante devaluación de la moneda local, han llevado a una situación crítica en la que el poder adquisitivo de los salarios de los ciudadanos se erosiona a diario.
Javier Milei economista y líder de «La Libertad Avanza», el partido libertario de la derecha alternativa (Alt Right), obtuvo una victoria inesperada en las elecciones primarias del 13 de agosto en Argentina, derrotando al líder peronista y Ministro de Economía en funciones, Sergio Massa; cuya administración ha tenido dificultades para controlar la inflación y mejorar el poder adquisitivo de los salarios, lo que llevó a muchos analistas a anticipar la derrota peronista.
Lo que realmente rompió el statu quo político fue el hecho que la derrota peronista no provino de la mano de la coalición de centroderecha PRO, como se esperaba. El partido liderado por Mauricio Macri estaba presentando una primaria competitiva con Patricia Bullrich (ex Ministra de Seguridad) y el Jefe de Gobierno de la capital federal en funciones, Horacio Rodríguez Larreta.
A pesar de esta competencia atrapante, el primer lugar en las elecciones fue para Javier Milei, que logró un triunfo inesperado en las primarias, derrotando a ambas coaliciones que gobernaron el país durante casi 23 años.
¿Cómo nace el populismo?
El pueblo contra la «casta»
Escenarios como este no son nuevos en América Latina. La región tiene una historia de servir perpetuamente como escenario para líderes mesiánicos que buscan amplificar la ira y la frustración de la población, canalizando estos sentimientos contra el establecimiento.
En la actualidad, la diferencia significativa entre las democracias latinoamericanas y europeas radica en las tasas variables de éxito que tienen estos líderes para desmantelar eficazmente el statu quo.
El movimiento libertario iniciado por Javier Milei afirma promover la libertad individual. Sin embargo, se han observado algunas situaciones donde sus militantes participan activamente en censuras agresivas y escraches contra periodistas en plataformas como Twitter, etiquetando cualquier oposición como «izquierdistas», parte de la «casta» política, a la que consideran el principal mal de la nación.
El distinguido científico político Steven Levitsky, conocido por su libro «Cómo Mueren las Democracias«, afirma en su obra «Populism and Competitive Authoritarianism« que existen tres características clave que ayudan a identificar el populismo.
En primer lugar, el populismo a menudo implica el uso de un discurso anti-establishment y promesas de desmantelar el sistema político existente. Esta estrategia ha sido una táctica constante del líder libertario, quien ha logrado dividir a la sociedad en dos grupos: los llamados «parásitos del estado», que incluyen a los beneficiarios de programas de bienestar social, empleados públicos y los políticos que abogan por un estado de bienestar.
Por otro lado, se encuentran los trabajadores de la economía informal, emprendedores y clases medias y bajas que no reciben beneficios del estado y ven cómo sus ingresos se ven afectados por la inflación. Milei logró romper la tradicional disputa entre el peronismo y el anti-peronismo que fracturó el panorama político argentino durante décadas, uniendo a ambos lados en un mismo frente mientras se posicionaba en el otro bando.
Además, Milei ha identificado a activistas feministas, de derechos LGBT y de derechos humanos como parte de la «casta». Siguiendo los pasos de Bolsonaro y Meloni, Milei promete eliminar el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y llevar a cabo un referéndum para derogar la ley de aborto: «No es un derecho que se haya ganado. ¿Cómo se puede considerar un derecho poder matar a otros seres humanos?«
Recientemente, el asalto al establishment también se ha extendido a la comunidad científica. El líder libertario ha declarado que, de llegar al poder, abogaría por la privatización del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), un prestigioso organismo gubernamental encargado de supervisar y coordinar la mayoría de la investigación científica y técnica realizada en universidades e institutos. Según el ranking elaborado por Scimago, entre más de 8000 instituciones científicas, el CONICET se ubica en el puesto 141.
Su primer director fue el Premio Nobel Bernardo A. Houssay. El líder de la Alt Right ha criticado a sus investigadores, afirmando: «Que ganen su dinero sirviendo a los demás, igual que lo hacen las personas decentes».
Los «Amateurs» al poder
La segunda característica distintiva del populismo, identificada por Levitsky, es el notable amateurismo exhibido tanto por el liderazgo como por el partido político asociado en lo que respecta a la política y la administración pública.
La experiencia necesaria en negociación y construcción de coaliciones es esencial para navegar y funcionar efectivamente dentro de las instituciones políticas. Además, dado que las carreras políticas están entrelazadas con las instituciones democráticas, los políticos profesionales poseen inherentemente un interés en la supervivencia y funcionalidad de estos sistemas.
Por otro lado, los outsiders populistas como Javier Milei carecen de la experiencia práctica necesaria para la negociación diaria de políticas públicas. La ausencia de estas habilidades, así como una evidente falta de paciencia y dedicación, puede impulsar a los liberales a perseguir sus objetivos ignorando el marco democrático establecido.
Además, dado que no han estado inmersos en la cultura de la política democrática, es posible que no compartan el mismo compromiso normativo con estas instituciones.
La autoridad vertical y la inexperiencia de los populistas como Javier Milei a menudo se extienden a los funcionarios electos dentro de sus partidos, quienes en general carecen de una experiencia política significativa.
Esto resulta en una dinámica política en la que el partido en sí tiene una importancia limitada y los funcionarios electos dependen en gran medida de sus líderes para tomar decisiones. Los partidos populistas, como el partido libertario, a menudo carecen de responsabilidad horizontal y de un debate político significativo.
Los amateurs están presentes en el libertarianismo y esto es particularmente notable. Uno de los ejemplos más prominentes es el caso del candidato a intendente para el partido de La Matanza, que es el área más grande y pobre de la provincia de Buenos Aires.
Este candidato, un ex cantante de «cumbia» conocido como El Dipy, carece por completo de experiencia política. No obstante, logró asegurar la segunda posición en las primarias de agosto, compitiendo contra el incumbente peronista Fernando Espinoza.
«Nosotros», el pueblo
Finalmente, Levitsky afirma que el populismo establece conexiones directas y plebiscitarias con los votantes, evitando a los partidos políticos tradicionales y otras formas de mediación institucional.
Esta característica es notable en el libertarianismo, donde el líder busca interactuar directamente con el electorado, a menudo utilizando las redes sociales y apariciones públicas para comunicar su mensaje sin depender en gran medida de las estructuras de partidos establecidas o intermediarios.
La evolución del compromiso de Milei con sus votantes se desencadenó durante la pandemia. Junto a otros economistas como José Luis Espert e influyentes de la alt-right como Agustín Laje, Milei comenzó a interactuar con su audiencia. Plataformas como Twitch y YouTube desempeñaron un papel fundamental en el surgimiento y crecimiento del libertarianismo.
Además, la utilización de redes sociales como Twitch permitió al economista populista llegar a jóvenes votantes que se sintieron descuidados durante la pandemia. Encontraron en Milei y en el libertarianismo un discurso que resonaba con su enojo y frustración hacia el panorama político predominante.
El enfoque plebiscitario del «pueblo» al que Milei ha convocado tiene sus raíces en el concepto de la «cadena de equivalencias de demandas», articulado por Ernesto Laclau, autor de «La razón populista» (descarga el libro gratis aquí).
Durante la crisis económica desencadenada por la pandemia, la ausencia de una intervención estatal efectiva condujo a la acumulación de demandas insatisfechas en una parte significativa de la sociedad. La gente comenzó a sentir que carecía de representación en espacios políticos tradicionales, ya fuera en el ámbito del peronismo o del macrismo.
En este contexto, Milei fue quien pudo conectar y unificar estas diversas demandas dentro de su discurso. Lo logró mediante el uso de «significantes vacíos», que son palabras e ideas que expresan una noción universal de justicia y estructuran simbólicamente las demandas insatisfechas.
En el populismo tradicional, esto a menudo se presenta como «el pueblo». En el caso de Milei, se centra en conceptos como «Libertad» o «La Casta» de lo que se percibe como un estado opresivo e ineficaz.
¿Cómo mueren las democracias?
Levitsky sostiene que el populismo aumenta la probabilidad de que las democracias frágiles se conviertan en autoritarismos competitivos. Si bien el populismo puede verse como una categoría semi-radial, cuando un movimiento incluye una o dos características, puede considerarse un subtipo disminuido. Sin embargo, cuando convergen las tres características, el populismo se convierte en lo que podría llamarse «populismo en su máxima expresión».
Este escenario se vuelve un peligro potencial para una crisis institucional, que culmina en un enfrentamiento entre el outsider, empoderado por un mandato popular que lo impulsa a desmantelar la élite existente y los mecanismos de control horizontal.
La destrucción voluntaria de las capacidades estatales, construidas a lo largo de los años mediante la experiencia y el esfuerzo, puede proporcionar una satisfacción inmediata a la sociedad y servir como una forma de validación para su enojo y frustración.
Sin embargo, es importante reconocer que los ataques autoinfligidos a la capacidad estatal pueden tener consecuencias a largo plazo, y a menudo es difícil recuperar esas capacidades una vez que se han debilitado.
Una de las principales políticas que promueve el libertario, relacionada con la destrucción de las capacidades estatales, es la dolarización, a pesar de la incapacidad del país para combatir la inflación. Hay un significado simbólico en la autodestrucción de la moneda local, un acto que refleja el contrato social entre la ciudadanía y el Estado.
Esto seria especialmente peligroso en sociedades marcadas por altos niveles de desigualdad, como a menudo se ve en América Latina. El riesgo se vuelve aún mayor en sociedades posmodernas donde existe un fuerte deseo de la satisfacción inmediata de las demandas.
En tales contextos, es esencial sopesar las ganancias a corto plazo frente a los posibles costos a largo plazo de socavar la capacidad estatal, que es fundamentalmente el poder de la democracia para abordar de manera efectiva las preocupaciones y necesidades de sus ciudadanos.
La democracia está bajo asedio a escala global, y Argentina se ha visto envuelta en esta batalla por su supervivencia. Las próximas elecciones generales en octubre serán un testimonio de la resistencia de una democracia que ha alcanzado su 40º aniversario. Solo el tiempo revelará el resultado y el camino para el futuro de Argentina.
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