Este trágico incidente deja a la República Islámica en un momento de incertidumbre política y social sin precedentes.
Impacto de la muerte de Raisi en el futuro político de Irán
Raisi, de 63 años, era una figura central en el régimen ultraconservador de Irán y considerado un posible sucesor del líder supremo, Ali Jamenei. Su muerte desencadena un período de transición crucial, ya que el país deberá celebrar elecciones en los próximos 50 días para elegir a un nuevo presidente.
Mohammad Mokhber, Presidente interino
El vicepresidente Mohammad Mokhber ha sido designado presidente interino por el ayatolá Alí Jamenei, el árbitro final de los asuntos de Irán. La elección de un nuevo presidente se realizará en un contexto de baja legitimidad y descontento popular, exacerbado por las recientes sanciones económicas y la represión política interna.
Elecciones en un clima de desconfianza
Según Ali Vaez, director del proyecto sobre Irán del International Crisis Group, la próxima elección presidencial se llevará a cabo en un momento en que la fe en el proceso electoral está en su punto más bajo. En las últimas elecciones parlamentarias de marzo, Irán registró la participación electoral más baja desde 1979, reflejando el desencanto de la población con el régimen actual.
El papel del líder supremo y la Guardia Revolucionaria
A pesar del cambio de presidente, los expertos anticipan poca variación en la política exterior y las decisiones clave de Irán, ya que estas son dominadas por el líder supremo y la Guardia Revolucionaria. Según Vaez, la estructura de poder en Irán garantiza la continuidad de las políticas actuales, independientemente de quién ocupe la presidencia.
Sucesión del líder supremo
La muerte de Raisi también plantea interrogantes sobre la sucesión del líder supremo, Alí Jamenei, de 85 años. La Asamblea de Expertos, responsable de elegir al nuevo líder supremo, se ha vuelto cada vez más conservadora, reduciendo las posibilidades de una transformación significativa en la dirección del país.
Contexto interno y externo de Irán
Internamente, Irán enfrenta una economía paralizada por sanciones, una población joven y descontenta, y una creciente oposición. Externamente, el país está en conflicto con varios adversarios regionales y globales. La estabilidad política es crucial para que Irán pueda enfrentar estos desafíos de manera efectiva.
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