En La condición de la posmodernidad, David Harvey ofrece un análisis exhaustivo de los cambios socioculturales y económicos que han caracterizado la era posmoderna. El autor explora cómo la posmodernidad no solo es un fenómeno cultural, sino que está intrínsecamente ligada a transformaciones en la economía global y en las estructuras políticas.
Harvey sostiene que, a partir de la segunda mitad del siglo XX, la globalización y las nuevas formas de producción han dado lugar a una reorganización del espacio y el tiempo. Este cambio ha afectado tanto a la economía como a la forma en que las personas perciben su entorno social. La aceleración del capitalismo, según Harvey, es un factor clave en esta nueva etapa histórica, que está marcada por la fragmentación de las grandes narrativas históricas y la pérdida de certezas.
El libro también aborda la relación entre la posmodernidad y la arquitectura, el arte y la filosofía. Harvey analiza cómo estas áreas han adoptado una visión más pluralista y fragmentada, en contraste con las grandes ideologías del pasado. Al mismo tiempo, señala las críticas a la posmodernidad, que acusan a este fenómeno de superficialidad y de reducir las luchas políticas a cuestiones simbólicas y estéticas.
Por último, Harvey reflexiona sobre las implicaciones políticas de la posmodernidad. La fragmentación social y la despolitización son algunos de los efectos que el autor identifica como problemáticos. En su análisis, también plantea preguntas sobre el futuro de las luchas sociales en un mundo cada vez más globalizado.
La condición de la posmodernidad se presenta como una obra esencial para entender la transformación de la sociedad contemporánea. Su análisis abarca tanto la economía como la cultura, y ofrece un enfoque crítico de los cambios que definen nuestra era.