Sobre cómo encontrarnos en el mundo: tratando de entender el cambio político
Imagen: BID
Por Kevin Stick Rojas Ramírez
Si las personas o tan solo sus dirigentes, deciden reflexionar sobre las crisis vividas, quizá la comprensión del pasado nos ayude a resolver las crisis presentes y futuras.
J. Diamond
¿Existe alguna manera de comprender los cambios en los sistemas políticos de latinoamérica? Entrar en una escritura tortuosa no es un buen estilo, partamos de la premisa que escribir para la política es algo tedioso y para el lector puede llegar a ser aburrido, no se puede pretender que una persona con conocimientos básicos entienda un escrito de “Teoría de las Relaciones Internacionales sin la dependencia de una Anarquía” o que vaya a entender de buenas a primeras un texto complejo como lo es: “Los Estados y las Revoluciones” y es ahí donde se evidencia uno de los grandes problemas de la política en todos los países latinoamericanos, si no se entienden las leyes mucho menos se podrá entender la teoría de todo el sistema político que los rige, si no se entienden qué derechos están plasmados en la constitución o carta magna, mucho menos se sabrá como defenderlos.
Entonces se comprende que una persona que no estudio carreras afines o que no estudio no poseerá un grado alto en cuanto a materia política se habla y los políticos de turno son conscientes de eso, ese factor les otorga un beneficio a estos políticos deshonestos, donde pueden aprovechar y en cada ley que hagan beneficiarse, desfalcar o en pocas palabras corromper toda la institucionalidad política de un país, se ve en Colombia, se ve en México, se ve en Perú y así en la mayoría de países, por tal motivo la explicación del primer factor es empezar por una cultura política bien formada, al menos que se conozcan los derechos fundamentales y saber cómo defenderlos, para de este modo encaminar un papel político importante.
Algo que se encontrará en el camino serán las personas determinadas apolíticas y esto es un gran problema, algo evidente en la mayoría de países pertenecientes al CELAC, ser apolítico es como no conocer de historia y si no se conoce de historia no se podrá avanzar, para esto es vital recordar esta frase: “Aquel que no conoce su historia esta condenado a repetirla” frase cliché, pero cierta. No conocemos quienés escribieron nuestra historia y no nos importa quienes van a escribir nuestra historia próxima, no conocemos por qué y para qué votamos y por quién votamos y votaremos, no conocemos a nuestros servidores públicos y funcionarios públicos que de por sí no sirven y no funcionan, y aun así seguimos cómplices de esto.
¿Mesías para el cambio?
Con cada período de elecciones, en este caso se toma a Colombia como ejemplo donde cada 2 años hay elecciones, cada 2 años se eligen primero Congreso y Presidencia, y dos años después Alcaldías y Gobernaciones, los electos en estos cargos estarán por 4 años donde nuevamente se realizarán elecciones. Con cada nuevo periodo de elecciones encontramos ciertos “Mesías” los cuales proponen un cambio donde se venden como la salvación del país, pero no son mas que el continuismo de una política cada día mas deplorable e incurren en un error demasiado grave, tanto el “Mesías” como todos sus votantes, porque no se comprende que el factor fundamental del cambio y el progreso depende de todo un país, depende de una unión con todos, de por si esta afirmación parte de la siguiente hipótesis: en un país de 53 millones de personas el cambio lo proponen todos, no la mitad más uno, no la mitad menos uno, al fin y al cabo el cambio no es selectivo, el cambio afectara la realidad de 53 millones de personas.
Mientras el gobierno sirve para reestructurar sus bases, devolviendo la credibilidad, todo un país tiene que estar próximo a adecuarse al cambio, de nada sirve tener una economía fuerte y sólida, solidaria y sostenible (el ejemplo más próximo la economía de Noruega) si su sociedad es un desorden total. La formula del éxito de un país debería ser una economía solida y una sociedad solidaria, seria lo ideal, pero es evidente que una sociedad solidaria es muy idealizada en el contexto de los países pertenecientes al CELAC. ¿Sociedad solidaria? Sociedad empática, sociedad estable, sociedad unida, sea cual sea el sinónimo, el objetivo es una sociedad que tenga unión, caso que no vemos en los países latinoamericanos que en su historia vivieron conflictos armados, insurgencia, contrainsurgencia, terrorismo y terrorismo de estado, violencia, y más, son muestras de lo que es la sociedad hoy, polarizada, aún violenta y desinteresada.
La política en el CELAC ha sido tradicional, no fue sino hasta hace unos 5-6 años que se ha venido transformando, dando pasos cortos, al día de hoy el congreso o el parlamento o las Asambleas en la mayoría de países, son el órgano más desacreditado del país, la credibilidad en quienes tienen que hacer nuestra política, definir situaciones diplomáticas, mejorar y hacer las leyes que benefician a un país no lo están haciendo, o no están dando los resultados esperados ¿Cuál sería entonces el camino para una viable solución? ¿dejar de ser retestinados? ¿dejar de ser anti todo?
Si nuestros servidores no sirven y nuestros funcionarios no funcionan, se tiene que dejar atrás el inconformismo y actuar, si se sabe que el cambio depende de todos, por qué no sumarnos al cambio, no en favor de un partido político o de una casta política sino en favor de nosotros, nosotros como sociedad, lo político está en todo, es por eso que debemos hacer política, o la hacemos o la padecemos dicen. Somos conscientes de que vivimos en países democráticos y en una democracia el arma más poderosa no es un arma nuclear, un poder bélico, el arma más poderosa reside en un bolígrafo y una papeleta, y se le llama voto de opinión, si se actúa entonces se participa.
Pero no solo disponemos del voto, tenemos veedurías, control social a la gestión pública y varios mecanismos de los cuales son soberanía del pueblo. Pero no todo es color de rosa y recae el problema de participar, para una comunidad apolítica, que lo menos que quiere es participar, plantea un dilema muy complicado, el panorama para Latinoamérica y el Caribe no es bueno si políticamente hablamos. El Zoon politikón está muerto en Latinoamérica y el Caribe.
¿De qué depende el cambio político?
Para los países pertenecientes al CELAC no será fácil un cambio político, de la mano del cambio llegara el desarraigo a la cultura facilista, una cultura facilista en la cual buscamos quien pelee por nosotros, porque no somos capaces de tomar acción propia, los pocos que quieren un verdadero cambio no tienen la suficiente fuerza o el apoyo para verdaderamente hacer algo, el cambio político llegará entonces cuando revivamos ese espíritu político, donde en unas votaciones si el umbral de votos en un ejemplo hipotético son 53 millones de personas 52.5 millones voten y solo ese 0.5 no haya votado porque verdaderamente le quedaba imposible.
En el mejor de los contextos, donde la participación política, la creación de leyes y proyectos para la ciudadanía se haga en las calles de la mano de la ciudadanía y no en un salón a puerta cerrada, y lo mas importante que no debe ser hipotético que todo un país reconozca sus derechos, y conozca como defenderlos para que de esta manera no le sean vulnerados, y esto solo es una contextualización muy superficial a lo que debería ser.
Explícitamente o implícitamente la respuesta a el cambio político depende de todo un país que quiera transformar la política, pasar de la indignación a la acción es cuestión de cada uno, tomar el camino del cambio o el camino de ser un retestinado, es una decisión difícil, pero vivir en un país Latinoamericano o Caribeño implica si o si luchar por él, el camino será largo, entender que el cambio requiere de paciencia es vital, pero si no se lucha por esta vena abierta llamada América Latina y el Caribe nunca parara la hemorragia. Un dicho que me gusta mucho es “No vivamos en un mundo idealizado” derechos de autor a quien le corresponda, pero si todos viváramos e hiciéramos un mundo idealizado seguramente tendríamos un lugar mejor.
La crisis que viven la mayoría de países latinoamericanos y del caribe es una crisis normalizada, rasgo cultural heredado históricamente, se normalizó el mal vivir, la pobreza y la dependencia, es por eso que se afecta el cambio, al miedo a nuestra enferma normalidad, por tal motivo, es momento de emprender un nuevo camino, el cambio no es el objetivo, es únicamente el camino, el objetivo o el resultado es algo mucho mejor, no se promete un cambio de un día para otro, seamos conscientes de que el cambio es algo que depende de (haciendo una breve retroalimentación): la adaptación, quitar los dogmas, la unión, el progreso y la paciencia, entre otros factores.
Si se busca la estabilidad política y no se encuentra hay que crearla, si se busca una ley y no se encuentra hay que crearla, si nuestros servidores no sirven y nuestros funcionarios no funcionan hay que hacerlos funcionar, cambiarlos o nosotros formarnos y tomar ese papel. Lo más importante si reconozco mis derechos los defiendo y defiendo los de los demás. El ser político no se nace se hace “Un hombre nace sin una condición y su deber es encontrarse en el mundo” algo así nos diría Sartre, es deber de todos encontrarnos en el mundo políticamente, porque la política esta en todo, mas que un escrito motivacional es un deber de todos, en sus manos esta el futuro del país lo toman o lo dejan como siempre a las riendas de selectos grupos.