Elecciones en Costa Rica: desencanto e incertidumbre
De izquierda a derecha, tres de los candidatos a la presidencia de Costa Rica: José María Figueres, del Partido Liberación Nacional, Lineth Saborío, del Partido Unidad Social Cristiana, y Fabricio Alvarado Muñoz, del Partido Nueva República, participan en un debate en San José el pasado primero de febrero. | Fotografía: AFP
Por Rafael Orepani Capilla Barajas
Someter a la población a diferenciar entre tantas alternativas partidarias, candidaturas y propuestas de campaña, no hace sino saturar a la ciudadanía de información y nulificar su interés por las y los candidatos.
El domingo 6 de febrero aconteció uno de los procesos políticos más importantes a partir de las elecciones en Costa Rica. Se eligieron 57 diputadas y diputados de la Asamblea Legislativa, dos vicepresidentes, y dado que ninguno de los candidatos a la presidencia obtuvo más del 40% de los votos totales, José María Figueres (27.26%) del Partido Liberación Nacional y Rodrigo Chaves Robles del Partido Progreso Social Democrático (16.70%) competirán en la segunda vuelta presidencial el 3 de abril de este mismo año.
Hay diversas particularidades que hacen de estos comicios un acontecimiento notable. En primer lugar, en estas elecciones pugnó el mayor número de aspirantes a participantes desde la fiesta democrática celebrada en 1930, con 25 partidos compitiendo en las presidenciales y 36 en las legislativas. En segundo lugar, hubo una notable reducción en la participación de la ciudadanía, pues en el 2018 hubo un total de 65.70% mientras que en este 2022 fue de 59.71% lo cual podría atribuirse en parte a la pandemia por COVID-19, pero también por el hartazgo costarricense con respecto a las políticas públicas que no aminoran sustantivamente los índices de pobreza y desigualdad, a la par que aumentan los casos de corrupción.
Sumado a lo anterior, se puede hablar de varias controversias como la aprobación de la reforma fiscal impulsada por el presidente Carlos Alvarado y a la que una vasta mayoría de la población se opuso, el repunte del desempleo que de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo aumentó de 8.7% a 12.4% en el 2019, lo que afectó principalmente a jóvenes, mujeres y mayores de edad, sin mencionar que el manejo de la pandemia llegó para agravar el contexto social y económico del país.
El futuro incierto del oficialismo
Fue en el 2018 cuando Carlos Alvarado obtuvo la victoria en las elecciones en Costa Rica bajo el estandarte del cambio y el resguardo a los derechos humanos. El politólogo Francisco Barahona ya comentó que la simpatía por el partido se mantuvo a flote gracias a las coyunturas políticas y la fuerte polarización que hubo en la opinión pública, lo cual fue aprovechado por el PAC para poder posicionarse como la mejor opción tanto en el 2014 como en el 2018, sin embargo, la suerte le duró poco.
Ya había mencionado que durante el gobierno del partido oficialista hubo importantes escándalos de corrupción, uno de ellos conocido como “el Cementazo” desveló que a mediados del 2017 -durante el gobierno de Luis Guillermo Solís- el Banco de Costa Rica realizó un préstamo irregular por $31.5 millones de colones a Sinocem Costa Rica, empresa dedicada a la construcción. Durante este escándalo se vieron implicadas figuras importantes de varios partidos y candidatos presidenciales.
Pero no es el único caso de corrupción que se desató durante los gobiernos del PUC. Con la llegada de Carlos Alvarado a la presidencia se hizo público un faltante de 600 mil millones de colones en el presupuesto de la República, controversia a la que se tituló “El Hueco Fiscal”, lo que resultó en la renuncia de Rocío Aguilar, entonces ministra de Hacienda. Esta serie de acontecimientos no hicieron sino desgastar la boga del partido y que años más tarde cobrarían factura en las urnas electorales.
Por ejemplo, en el Informe de Resultados de la encuesta realizada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica realizada entre el 17 y 19 de noviembre del 2021, se reflejó el descontento en la opinión popular por el actual gobierno, pues el 72% de los encuestados reprobó la gestión de Carlos Alvarado. Esto dejó en claro que a pocas semanas de los comicios el panorama electoral el partido oficialista enfrentaría serios problemas para poder posicionarse como uno de los virtuales ganadores.
A pesar de haberse mantenido como el partido gobernante durante dos periodos consecutivos, el resultado no fue únicamente que el Partido Acción Ciudadana no lograra llevar a su candidato Welmer Ramos Gonzáles a la presidencia -pues obtuvo poco menos del 1% de los votos-, sino que tampoco conciliaron a un solo diputado o diputada en el terreno legislativo.
Estos resultados no son pormenores, ya que dejan en completa incertidumbre al partido en cuestión incluso en términos económicos, pues al no haber conseguido un 4% de los votos, el PAC no tendrá derecho al financiamiento estatal. Por si fuera poco, estos son los peores resultados registrados por un partido en turno, incluso delante del Partido Unidad Social Cristiana que apenas obtuvo cinco diputaciones con un 3% de los votos durante el mandato de Miguel Ángel Rodríguez.
Entre la oferta y la demanda
Otra de las peculiaridades que se vivió en estas elecciones en Costa Rica fue la cantidad de oferta política. Someter a la población a diferenciar entre tantas alternativas partidarias, candidaturas y propuestas de campaña, no hace sino saturar a la ciudadanía de información y nulificar su interés por las y los candidatos, lo que a su vez deriva en la dilución del voto, cuestión que se vio perfectamente bien fulgurada en este 2022.
Ante esta circunstancia, vale la pena reflexionar sobre el modelo electoral y replantearse si realmente vale la pena dar cabida a una gran cantidad de competidores, o si es mejor crear lineamientos más estrictos. Además, la abundancia en la oferta política no necesariamente significa que se represente con calidad a los intereses de los distintos sectores de la sociedad costarricense, es más, incluso podría hablarse de la fragmentación social y política que este tipo de prácticas podrían suscitar, lo cual advierte de problemas mucho más graves en el largo plazo, como las crisis de representación.
Del mismo modo, vemos que los partidos políticos han tenido poco interés en llevar a mujeres a las boletas de votación pues tan solo 4 de las 25 candidaturas presidenciales correspondieron a representantes femeninas, lo que suma a la discusión en torno a los derechos políticos de las mujeres y en general, a la construcción paritaria de las democracias.
En fin, el panorama abierto a partir de las elecciones en Costa Rica del 2022 dejó en claro que, así como un partido puede mantener una racha de triunfos electorales, el desgaste aunado a los escándalos políticos y la falta de resolución a los principales problemas del país, puede derivar en un castigo político reflejado en las urnas electorales tan grave que deje a la institución en completa incertidumbre. Solo resta esperar hasta el próximo 3 de abril y desear que quien quede al frente del país, resuelva con bisturí las muchas y distintas problemáticas que enfrenta la República de Costa Rica.
Referencias
- Arrieta, E. (2021). Histórico, Costa Rica tendría 20 candidatos presidenciales en 2022. Recuperado 7 de febrero de 2022 de https://www.larepublica.net/noticia/historico-costa-rica-tendria-20-candidatos-presidenciales-en-2022
- Martínez, A. (2022). El PAC sufre su peor resultado electoral de la historia. Recuperado 7 de febrero de 2022 de https://delfino.cr/2022/02/el-pac-sufre-su-peor-resultado-electoral-de-la-historia
- Murillo, Á. (2021). Gobierno de Carlos Alvarado recibe la peor nota desde que CIEP-UCR mide percepción popular. Recuperado 8 de febrero de 2022 de https://radios.ucr.ac.cr/2021/11/interferencia/gobierno-de-carlos-alvarado-recibe-la-peor-nota/
- OIT. (2019). COVID-19 y el Mundo del Trabajo: Punto de partida, respuesta y desafíos en Costa Rica. Recuperado 7 de febrero de 2022 de https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—americas/—ro-lima/—sro-san_jose/documents/publication/wcms_747046.pdf
- Forbes. (2018). Costa Rica aprueba controversial reforma fiscal. Recuperado 8 de febrero de 2022 de https://www.forbes.com.mx/costa-rica-aprueba-controversial-reforma-fiscal/
- Madrigal, L. (2019). Renunció la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar. Recuperado 8 de febrero de 2022 de https://delfino.cr/2019/10/renuncio-la-ministra-de-hacienda-rocio-aguilar
- Gudiño, R. (2020). Luis Guillermo Solís será investigado por la Contraloría. Recuperado 7 de febrero de 2022 de https://www.larepublica.net/noticia/luis-guillermo-solis-sera-investigado-por-la-contraloria